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La inflación sigue al alza: la tasa general del IPC se situó en un 8,3% en el mes de abril, mientras que el dato adelantado para mayo anticipa una inflación anual del 8,7%, cuatro décimas más. De este modo, la tasa media en 2022 se situaría en torno al 7%, doblando el dato registrado en 2021 (3,1%). Además, el encarecimiento energético se está trasladando al resto de productos de la cesta de consumo habitual, con una subida anual del precio de los alimentos de un 10,3%.
En este contexto, la pérdida de compra de los salarios está siendo generalizada. Por ello, es necesario desplegar una política salarial que proteja el poder adquisitivo de las familias y promueva un reparto justo de los costes de inflación, garantizando que la clase trabajadora no vuelva a ser la principal damnificada en tiempos de crisis.
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