ANÁLISIS
En este estudio se afirma que son los beneficios, y no los salarios, los que más están contribuyendo al incremento de la inflación, no existiendo argumentos para justificar la moderación salarial. Todo lo contrario, habría que poner el foco en la regulación de la actuación de las empresas, impidiendo que continúen acumulando ingentes cantidades de beneficio a costa del presupuesto de las familias y repartiendo con ello de manera justa los costes de la actual situación. Pues no hay que olvidar que la actividad productiva de las empresas depende de la capacidad adquisitiva de la clase trabajadora, poniendo en peligro las bases sobre las que se asienta el crecimiento y la creación de empleo en la economía española.
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