ANÁLISIS
El salario mínimo interprofesional (SMI) es una renta laboral básica que constituye un instrumento de primera magnitud para ayudar a alcanzar niveles adecuados de igualdad retributiva y eficiencia económica en el mercado laboral. Tradicionalmente, y salvo en momentos puntuales en los que se llevaron a cabo mejoras, en España permanecía devaluado, muy por debajo del nivel mínimo que le permite cumplir de manera satisfactoria sus importantes funciones. Según la Carta Social Europea, este nivel mínimo debe situarse en el 60% del salario medio del país, y es el criterio que hemos venido defendiendo los sindicatos de clase para sus preceptivas actualizaciones anuales.
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